La tradición ‘trinxetera’ o cuchillera de Consell se inició alrededor de 1890. Entonces, los hermanos Sebastià, Pere y Joan Campins Fiol -Ferrericos- abrieron el primer taller en la calle Palma, en el barrio conocido como es Pou.

De hecho, el único taller que subsiste actualmente en Consell continúa la tradición familiar de los Ferrericos: Joan Campins Sureda, bisnieto de Pere Campins Fiol, mantiene el taller que regentaron su abuelo, Joan Campins Campins, y su padre, Pere Campins Company, en la calle Alcúdia. Hasta 2015 existió otro taller, conocido como Hermanos Campins, que continuó el trabajo del mencionado Joan Campins Fiol y de su hijo, Pere Campins Campins.

En la villa hubo otras cuatro familias que trabajaron como cuchilleros: los hermanos Andreu y Josep Isern Isern, continuadores de la tarea iniciada por su padre, Josep Isern Gelabert -Ramellet-, el cual aprendió el oficio de los Ferrericos. Los también hermanos Moyà Pol, que continuaron la labor de cuchillero de su padre, Bartomeu Moyà Martí -Bossetes-, el cual a su vez se había formado en el taller de su tío, el mencionado Sebastià Campins Fiol. Y finalmente, los otros ‘trinxeters’  fueron Bernat Isern Juan y su hijo Antoni -Pometes-, como también Pere Josep Isern Pol -Moc-.

A lo largo del siglo XX, en Consell llegó a haber seis talleres de cuchillería. Fue el pueblo de Mallorca con un mayor número de estos artesanos, los cuales eran conocidos en toda la isla, sobre todo por el hecho de que los ‘trinxeters’ de este pueblo iban a vender sus productos en los mercados y ferias de diferentes poblaciones.